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Nuestra edición de octubre – diciembre ya está disponible para su descarga, esta vez bajo el tema Vida y muerte. Descubre a los autores y sus textos seleccionados por el equipo de la revista para esta nueva entrega.
All My Stories
Publicaciones recientes


La procesión de Catherina
Por Liliana López León FotografÃa de Mylén Nos enteramos en la clase de la profesora Elena. En un papelito mal fotocopiado nos ordenan llevar el uniforme blanco, aunque no toque deporte ese dÃa. «Importante traer un metro de listón negro». No está claro cuál es el objetivo o qué haremos con eso al dÃa siguiente. Lo conseguimos como una cartulina o un mapa con división polÃtica: resulta igual de difÃcil si te esperas hasta el último momento, cuando todas las tiendas están cer
16 oct8 Min. de lectura
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Bajar el escalón: interpretación literaria del absurdo en la depresión
John Fredy Bedoya Marulanda FotografÃa de Mylén Mi suerte se decidÃa sin pedirme la opinión. De vez en cuando sentÃa deseos de interrumpir a todos y decir: Pero, al fin y al cabo, ¿quién es el acusado? Es importante ser el acusado. Y yo tengo algo que decir. Pero pensándolo bien no tenÃa nada que decir 1 . Albert Camus, El extranjero Bajar el escalón a oscuras hacia el interior de nuestra mente, hacia nuestros miedos y dolores, es un peligro. PodrÃa estarse caminando sobre
16 oct16 Min. de lectura
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La última lucha
Por Adriana de Jesús Casas Moreno FotografÃa de Mylén En un pequeño barrio de Guadalajara, El Zalate, vivÃa Jorge. HabÃa aprendido a ser feliz siguiendo sus propias reglas: no dejar de reÃr, no dejar de soñar y nunca perder un domingo de lucha libre. Sus Ãdolos eran muchos, pero dos reinaban en su altar personal: El Santo, con su máscara plateada, y Blue Demon, con la celeste y plata. Nunca los vio luchar en persona, solo a sus hijos, El Hijo del Santo y Blue Demon Jr., qui
15 oct3 Min. de lectura
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El sueño
Por Luis C. Torrico  Sólo los sueños son siempre lo que son. Es el lado de nosotros en que nacemos y en que somos siempre naturales y nuestros. Fernando Pessoa  PERSONAJES : Gudelia La Vida La Muerte ACTO ÚNICO  Escena uno Gudelia, mujer madura con el cabello cano y recogido, lleva un vestido largo —que le llega hasta debajo de las rodillas—, ceñido a la cintura, con cuello y mangas de encaje, y una manta encima de los hombros. Está de pie detrás de una silla situada en el
15 oct8 Min. de lectura
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God Save The Queen
Por Iván Medina Castro Que éramos prisioneros de la mezquindad del mundo, acorralados en la mediocridad general. Cohn-Bendit FotografÃa de Mylén  A Gigi Saúl Guerrero Llegué a Vancouver a mediados del año con la convicción de triunfar en esta provincia sin historia, o cuyo pasado remoto se concentra en la presencia totémica de sus primeros pobladores. Mi objetivo era convertir la vida en una experiencia estética, impredecible y agresiva, para luego plasmarla en una obra car
15 oct8 Min. de lectura
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Entumecer
Traducción de The fading de Noah Evan Wilson Por Roberto Poblete Velázquez FotografÃa de Mylén Encorvado sobre el lavatrastes, mi hijo mantuvo la aguja de un imperdible desenganchado en una flama, viéndola atezarse hasta quedar limpia. Entonces, una a una, abrió las ampollas de las yemas en su Ãndice y dedo medio derechos. Luego aquellas en sus cuatro dedos izquierdos. No podÃa ver su rostro, solo los hombros —anchos y tensos—, las manos al trabajar, sueltas aún. Debà s
15 oct3 Min. de lectura
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Tumor sexual en el cerebro
Por Guillermo RÃos Bonilla FotografÃa de Mylén Gracias a peripecias y empujones, el joven logra ocupar un puesto en el bus. Va hacia la universidad y piensa en el examen de cálculo. Si no pasa esa materia, peligra su beca, y sin la beca no habrá dinero para continuar los estudios y le tocará meter el culo a trabajar. Se sienta y acomoda el cuerpo lo mejor que puede en los estrechos asientos. De repente le vienen unas ganas fortuitas de sexo. No sabe cómo o por qué, pero trat
15 oct12 Min. de lectura
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Manual breve para desaparecer sin incomodar
Por Adriana de Jesús Casas Moreno FotografÃa de Mylén Para morir, lo primero es decidir el dÃa. Parece obvio, pero no lo es. Nunca un fin de semana: los sábados la gente va al mercado; los domingos, se multiplican las misas y los compromisos familiares. Si mueres un jueves, en cambio, tendrás la ventaja de que el viernes nadie quiera trabajar y hable de ti en la oficina, y el lunes todavÃa te recuerden en la sobremesa. Una vez establecido el dÃa, elige también el motivo. E
15 oct3 Min. de lectura
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Dialogar con los muertos
Por Gustavo Obed Campechano Aguirre FotografÃa de Mylén En 1992, Fito Páez publicarÃa lo que eventualmente se convertirÃa en el disco insignia de su carrera: El amor después del amor . En él aparece una composición propia del rosarino que remite al agradecimiento humano por la compañÃa y el amor recibido, además de la hecatombe emocional que representa la repentina aparición de la muerte en una persona: Tumbas de la gloria . No obstante, esta canción también podrÃa definirse
15 oct7 Min. de lectura
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Mis palabras para ti
Por Puré de Papa FotografÃa de Mylén Si alguna vez le hubiesen preguntado si le darÃa un golpe a su padre, habrÃa dicho que no. J pensaba que la violencia no era una buena forma de responder a la violencia. Si se defendÃa de su padre, él iba a golpearlo de regreso con más fuerza; por dicha razón, y por considerar que algún dÃa el sonido de botellas de vodka rompiéndose y los puñetazos en su cuerpo acabarÃan, nunca se atrevió a levantar ningún dedo contra él. Cada vez que ll
15 oct5 Min. de lectura
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Luciérnaga amiga: que volvieron cuando volvieron las lluvias
Por Horacio Montañéz FotografÃa de Mylén Mucho tiempo sin verte, pensé que te fuiste, lucecita nocturna. Pero el año fue bueno, y el cielo llorón. Lamparita en bruna, tu partida rompió todo mi corazón. Cariñito de sol: No me puedo creer; vives aquÃ, regresaste, esperanza de amor. .
15 oct1 Min. de lectura
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La calidez
Por P. Luna FotografÃa de Mylén C on su camino iluminado por la luna y las estrellas, la tierra lodosa se le adhiere a la piel mientras se arrastra por el suelo como un gusano. Está entre los dedos de sus manos y pies, se le resbala desde la raÃz del cabello hasta el cuello; pero no importa, debe seguir. Seguir y alcanzarla. Se niega a morir de esta manera. Apenas puede arrastrar las piernas con gran esfuerzo de sus manos. Perdió parte de la movilidad después de recorrer ta
15 oct2 Min. de lectura
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Tasas
Por Mr. Islao FotografÃa de Mylén D io una calada al puro y paladeó el whisky que guardaba desde hacÃa cincuenta años para esta ocasión. HabÃa conseguido ahorrar lo suficiente, tras décadas de privaciones: de no viajar, de no permitirse caprichos, de no hacer regalos en sus solitarias navidades. Acababa de volver del banco al que habÃa ido a ordenar el pago de las tasas. Ya solo le quedaba esperar los treinta dÃas necesarios para obtener una respuesta de la Administración, q
15 oct1 Min. de lectura
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00-120
Por L Taryn FotografÃa de Mylén Lázaro va a morir en dos minutos. Lo sabe. Lo susurran sus venas, que se adormecen desde el corazón hasta los dedos, y lo confirma el aire áspero que entra con el filo de una espina.            Los segundos se deshacen en granos de arena blanca. Un minuto con treinta y cinco. Evoca a las niñas de Analco, riendo entre ellas mientras él se ocultaba en la penumbra de su timidez. «Tuve razón en no hablarles nunca», se dice: jamás les dio el banqu
15 oct1 Min. de lectura
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Deserción
Por Guillermo RÃos Bonilla  FotografÃa de Myléne Después de muchos soles se reunieron, se vieron, pero no supieron qué decir. —Ni en kilómetros —rompió E el silencio. —Hice todo lo posible —berreó I como un niño. —¿Dónde? ¿Dónde? —se preguntó O, y bebió su whisky. —¡Jodidos! —comentó U con fluidez. —Ningún indicio. Nos rendimos —concluyeron. En lo sucesivo, tuvieron que entenderse sin su intervención. .
15 oct1 Min. de lectura
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Destino sorpresa
Por Jessica Le Cuore PhotografÃa de Myléne I ba a tientas, envuelto en una oscuridad agobiante. De pronto, a unos pasos de él, nació un fulgor luminoso que se ensanchaba al avanzar.            —¡Un portal! —exclamó desconcertado, mientras lo traspasaba. Una luz cegante y una voz exaltada lo recibieron al otro lado:            —¡Felicidades, señora! ¡Es un varoncito! .
15 oct1 Min. de lectura
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Pez de la noche
Por Jorge Rolando Acevedo . FotografÃa de Myléne EL AGUA Mi buena vida: busca descargar tus nubes. Tengo agua para llenar el cielo. Alfonsina Storni   Cuando se come, no se respira. Cuando se bebe, no se respira. Cuando se habla, no se respira. Cuando se gime, tampoco se respira.  La respiración es un túnel oscuro: se estremecen las escamas y los silencios como si hubiesen visto un toro ensangrentado, cubierto de hastÃo.  Dejas caer el agua en tu cuerpo, las gotas punzan
15 oct2 Min. de lectura
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Jugando el cine: el descenso ceremonial hacia la muerte de Trek to Yomi. Flying Wild
Por Juan Fernando Mondragón Arroyo Hog / Leonard Menchari / TFL Studios LLC. 2022 T odo videojuego se estructura en torno a la dinámica victoria/derrota; la victoria se busca, la derrota se evita. Una inmensa mayorÃa de los videojuegos traslada esa dinámica esencial hacia una dialéctica de vida/muerte, respectivamente. AsÃ, conservar la vida, hasta las instancias últimas del juego, equivale a la victoria total del jugador. Por ende, la muerte, en el mundo de los videojuegos,
15 oct5 Min. de lectura
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