Tasas
- Elipsis Diseño y Maquetación
- 15 oct
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Por Mr. Islao

Fotografía de Mylén
Dio una calada al puro y paladeó el whisky que guardaba desde hacía cincuenta años para esta ocasión. Había conseguido ahorrar lo suficiente, tras décadas de privaciones: de no viajar, de no permitirse caprichos, de no hacer regalos en sus solitarias navidades. Acababa de volver del banco al que había ido a ordenar el pago de las tasas. Ya solo le quedaba esperar los treinta días necesarios para obtener una respuesta de la Administración, que salvo alguna excepción extraña era siempre positiva.
Por motivos económicos y de necesidad de mano de obra, el gobierno de su país había decretado hacía un siglo un impuesto por el cual poderse morir requería desembolsar una considerable suma de dinero a las arcas del Estado. Sus padres y su tía habían debido hacer el pago antes que él, cuando les había llegado la hora. Él llevaba ahorrando ocho décadas, desde que le detectaron aquello en los pulmones. Su vida se había alargado de forma antinatural, mientras juntaba el dinero requerido.
Tomó otro sorbo del whisky. No pensaba que le fuera a sentar bien a su hígado, pero a estas alturas, ¿qué más daba? Dentro de un mes, a lo sumo mes y medio, podría descansar.





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